Consejos para prevenir la gripe y el resfriado

Consejos para prevenir la gripe y el resfriado

La gripe y el resfriado son algunas de las enfermedades virales más conocidas y frecuentes en el mundo debido a su gran capacidad de contagio con el contacto directo de persona a persona y durante los climas fríos. Dan lugar a cuadros clínicos diversos, como son rinitis, faringitis, bronquitis, bronquiolitis…

El resfriado o catarro común es una infección viral aguda del tracto respiratorio que a menudo cursa con inflamación de las vías aéreas altas (nariz, senos paranasales, laringe, tráquea y bronquios) y no produce fiebre.

Los agentes causales más frecuentes del resfriado son el rinovirus y el coronavirus. La gravedad de la infección dependerá del período de incubación, que puede variar de 1 a 10 días, siendo el más típico de 24-72 h.

La gripe es una infección viral aguda de las vías respiratorias superiores que aparece bruscamente con un cuadro de fiebre (entre 38 a 40 °C) y se acompaña de mialgias, cefalea intensa, tos seca, astenia, cansancio y malestar general.

El agente etiológico de la gripe es el virus influenza, que se caracteriza por poseer una alta capacidad de mutación. Como el resfriado, tiene una evolución autolimitante transcurridas 48-96 h desde el inicio de la sintomatología la fiebre empieza a remitir, los síntomas se hacen más leves y, si no surgen complicaciones, el cuadro desaparece como máximo en siete días.

Prevención y consejos para el resfriado o la gripe
Tanto el resfriado como la gripe son enfermedades virales que tienen gran impacto social y gran repercusión debido a su capacidad de contagio. Por ello, la prevención es fundamental y necesaria para evitar la propagación. Además, se deben seguir las siguientes recomendaciones:

–    Evitar el contacto directo con personas afectadas durante los 2-4 primeros días.
–    Lavarse las manos con frecuencia y utilizar pañuelos desechables.
–    Taparse la boca y la nariz al toser o estornudar.
–    Evitar situaciones de aglomeración de gente en lugares cerrados.
–    No fumar.
–    Descansar lo suficiente.
–    Beber agua en abundancia, ayuda a fluidificar las secreciones respiratorias.
–    Evitar cambios de temperatura bruscos.
–    Seguir una dieta sana y equilibrada rica en frutas y verduras.

Contar con un sistema inmunitario en perfectas condiciones, es esencial para que nuestro organismo pueda responder de manera rápida, efectiva y con garantías frente a cualquier agente patógeno.

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