Cómo saber si tienes un buen sistema inmune y cómo mejorarlo
El sistema inmunitario es tu principal aliado a la hora de protegerte de microorganismos con el potencial de enfermarte, por lo que es fácil ver cuando algo no anda bien, ya que podrás identificar que tu cuerpo no funciona de la misma manera.
Sin embargo, en ocasiones la rutina no te permite enfocarte en tu salud como sería conveniente o advertir las señales de tu cuerpo.
Por este motivo, es común descuidar tu estado e incluso perder hábitos con el tiempo que involuntariamente refuerzan tu inmunidad, como lo son beber agua, o mantener una alimentación balanceada en vitaminas y minerales.
Aunque no parezca a primera vista, estos descuidos tienen repercusiones en tu sistema inmunitario, encargado de protegerte contra las enfermedades provocadas por agentes externos, o bien aquellas provocadas por la postergación de tu cuidado.
Cuando algo no anda bien en tu cuerpo, lo más probable es que comiences a evidenciar algunos síntomas que indican que tu sistema inmune se encuentra vulnerable o debilitado.
Para asegurarte de que tu cuerpo se encuentra en óptimas condiciones para defenderte de agentes que puedan enfermarte, puedes hacer algo tan simple como controlar que no haya inflamaciones en tu cuerpo y dolores atípicos al realizar tus actividades diarias.
Además, debes comprobar que no te sientas agotado tanto física como mentalmente y, en caso de padecer una enfermedad, chequear que los tratamientos contra esta funcionen de forma adecuada una vez lo finalices.
Otro aspecto muy importante es que controles si te sientes agotado apenas te despiertas, ya que luego de una noche de buen sueño deberías sentirte en óptimas condiciones para comenzar tu día.
Cómo registrar tu estado de salud
Si tienes dudas sobre cómo se encuentra tu sistema inmune, puedes responderte a ti mismo las siguientes preguntas para evaluar si es necesario consultar con un especialista:
¿Duermes bien?
Una correcta rutina del sueño es indispensable para mantener tu inmunidad funcionando en condiciones óptimas, con unas 8 horas de sueño ininterrumpido al día, evitando trasnochar muy seguido y cortando temprano con el uso de teléfonos o distractores.
¿Cómo te alimentas?
Otro factor extremadamente importante para cuidar tu sistema inmunitario es la alimentación, principalmente porque casi el 100% de su conservación depende de los nutrientes que incorpores en tu dieta diaria. Consumir cantidades excesivas de alimentos poco nutritivos no solo provocan efectos adversos en el peso y tu bienestar, sino que progresivamente atentan contra tu inmunidad.
Para cerciorarte de que tus defensas estén a tope, incorpora a tu dieta alimentos ricos en vitamina A, vitamina C y E, magnesio, hierro, zinc y selenio.
¿Haces ejercicio a menudo?
Hoy en día, el deporte y los estilos de vida relacionados con la buena salud son muy publicitados, pero lo que muchas personas no saben es que, además de los beneficios visibles de ejercitar, poner tu cuerpo en movimiento es una forma excelente de fortalecer tu sistema inmunitario.
Se recomienda que incluyas al menos 3 horas de ejercicio en la semana para contribuir a una inmunidad fuerte y en pleno funcionamiento. Y no solo eso, verás además cuán motivantes son los avances físicos que irás logrando a medida que mantengas el ejercicio en el tiempo.
¿Consumes mucho café?
El café es un gran aliado de muchos, además de una bebida que muchos disfrutamos en distintos momentos del día. Sin embargo, cuando la ingesta de café es excesiva, sus efectos se hacen sentir a largo plazo. El café tiene un gran impacto en tu salud y, además, atenta contra tu sistema inmunológico sin que te des cuenta.
Mantén tu sistema inmunitario siempre fuerte
Para cuidar tu sistema inmune todo el año y mantenerte sano, indudablemente debes contar con un buen aliado.
Recuerda que Plesinox3A es un complemento alimenticio formado por extracto de Polypodium leucotomos (EPL), vitamina A, vitamina C y selenio. Las vitaminas A, C y el selenio contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario. La vitamina C y el selenio contribuyen a la protección de las células frente al daño oxidativo. La vitamina A, contribuye al normal mantenimiento de piel y mucosas.
Y tú, ¿cómo ayudas a tus defensas?
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